Según explica Edna Golandsky en este video los elementos subyacentes en la ejecución de pasajes de terceras son los siguientes:
1er paso: La rotación
En los pasajes de terceras y otros grupos dobles, la dirección de la rotación es siempre (casi sin excepción) hacia el pulgar. Si ejecutamos una tercera con rotación hacia el quinto dedo, la mano y el brazo entero se desequilibran.
Esto tiene su explicación en la estructura del antebrazo y sus posibilidades de movimiento. Cuando los huesos del antebrazo (cúbito y radio) se cruzan para producir la rotación el cubito se mantiene como eje. Por eso el lado del pulgar (radio) es el que proporciona mayor amplitud de movimiento mientras que el lado del quinto dedo (cúbito) es el que proporciona la estabilidad. Aunque en el momento del ataque la mano queda equilibrada sobre cada dedo sintiéndose estable en su conjunto.
Esto no es fácil de ver sin una comprensión kinestésica del equilibrio del antebrazo, por tanto puede ser necesaria la guía de un profesor especializado.
Como todas las terceras se ejecutan con rotación hacia el pulgar, esto da lugar a rotaciones dobles; o sea, rotaciones sucesivas que se realizan en la misma dirección.
Las rotaciones dobles constan de dos movimientos:
- el movimiento preparatorio (en dirección opuesta al dedo que ha tocado antes).
- el movimiento de ataque (que devuelve al conjunto mano-antebrazo a la posición de equilibrio).
2° paso: El paso del pulgar
Continúo ilustrando el ejemplo del video en el minuto 1:08 donde se muestra un pasaje ascendente de terceras tocado con la mano derecha.
Terceras ejecutadas con rotación doble
Vemos que incluso si el diseño de las notas es ascendente (hacia la derecha) las rotaciones son siempre de derecha a izquierda (hacia el pulgar). El brazo se va desplazando hacia la derecha en cada tercera pero la rotación es hacia la izquierda.
Lo mismo sucede con el paso del pulgar. La preparación de la rotación (que se realiza hacia la derecha) se lleva el brazo a la posición correcta y luego el movimiento de rotación se completa tocando hacia el pulgar.
3° paso: Tocar y terminar
Los movimientos de la rotación doble tienen que estar siempre muy bien sincronizados entre sí ya que ambos movimientos, el de preparación y el de ataque, se realizan en un solo gesto. Cualquier amago de frenar en el aire le resta inercia al ataque y reduce el tiempo de reposo en cada nota.
E. Golandsky sugiere pensar en “tocar y terminar” el movimiento; así que para practicarlo resulta eficaz repetirse internamente en cada nota: tocar y terminar, tocar y terminar…
Si en la rotación doble el movimiento nace de la nota anterior es que la rotación está mal sincronizada. Lo ideal es reposar en cada nota hasta que sea imposible esperar más para realizar la siguiente rotación.
Trabajar de este modo da como resultado una gran facilidad de ejecución, con sensación de apoyo y seguridad en cada nota.
4° paso: Minimizar
Minimizar el movimiento es un proceso muy importante que si no se lleva a cabo correctamente desestructura todo el trabajo realizado previamente.
Debe ser un proceso activo y gradual en el que no se pierda ninguna de las cualidades trabajadas: la sensación de estar en el fondo de la tecla sin ejercer presión, la sensación de terminar cada nota tras la rotación, la sincronización correcta, la comodidad, etc.
Tras finalizar el proceso de minimizar los movimientos de rotación todo adquiere su justa medida. Los dedos se mantienen activos y el antebrazo no tan activo como antes pero si muy disponible. Nos permite tener la sensación de movernos de tecla en tecla sin esfuerzo, como si cada tecla nos trasladara a la siguiente. Casi como si se tratara de una colaboración a medias entre el mecanismo del piano y el brazo del pianista.
(Para ver el video activa los subtítulos en español si estos no se muestran por defecto).
Referencias:
Golandsky E. The Golandsky Institute. (2008). «Perfect Double Thirds – an excerpt from the Taubman 10 DVD Series». From: https://www.youtube.com/watch?v=UE7D6qqpAGw