Un nuevo paradigma en la enseñanza de piano: enseñar “by rote”
Introducción
El término ingles “by rote” significa aprender algo por pura repetición, mecánicamente, sin reparar en su significado. Repetir como un loro, vamos. Esta traducción no apunta a lo que realmente significa enseñar “by rote” en la pedagogía de piano.
Enseñar “by rote” significa aprender una pieza por imitación de sonido y movimiento, en lugar de aprenderla leyendo la partitura. Pero este aprendizaje va mucho más allá que el hecho de copiar unos gestos del profesor. Es un trabajo de exploración de los elementos que contiene la partitura. El alumno va entendiendo e incorporando los elementos rítmicos, melódicos y tonales que conforman la pieza al mismo tiempo que aprende a tocarla. A partir de ahí es capaz de añadir elementos, improvisar, transponer, o componer otra pieza basándose en lo aprendido.
Por eso, de repetición mecánica no tiene nada. Muy al contrario, de este modo se logra entender mejor la música y todo lo que hay detrás, y de manera más efectiva, que cuando se aprende leyendo la partitura.
Leer o hacer música
En la enseñanza tradicional los métodos para piano ponen el énfasis en la lectura antes que en todo lo demás. En la enseñanza “by rote” se pone el énfasis en tocar primero.
Y es una forma de proceder tan natural en el aprendizaje como puede ser para un niño aprender a hablar antes que leer y escribir.
Como la pianista y pedagoga Frances Clark, precursora de este método, decía: “el sonido va antes que el símbolo”.
Piezas más interesantes
Hace poco una compañera de otro blog para piano (en francés) afirmaba con resignación que las piezas escritas para principiantes están lejos de ser interesantes.
Cuando un alumno llega a clase por primera vez, ya ha estado expuesto a una gran variedad de música durante toda su vida. Este alumno puede comprender y tocar música más compleja de la que es capaz de leer. Por eso los métodos que usan posiciones de cinco notas o el Do central restringen su capacidad de hacer música.
¡Pero no tiene por qué ser así!
Invito a ver este video como ejemplo. Todas las piezas que muestra están concebidas para ser ser enseñadas “by rote”. Son piezas más atractivas que las de otros métodos más tradicionales. Abarcan todo el instrumento, no únicamente los registros medios. Incluyen contrastes dinámicos, texturas diferentes, pedal y sonoridades muy interesantes:
Para poner en práctica este tipo de enseñanza es imprescindible tener un repertorio de piezas aptas para ser enseñadas “by rote” ya que no todas las piezas son apropiadas para este fin. Intentar enseñar de este modo una pieza que no es adecuada y cumple ciertos criterios puede acabar en desastre y mucha frustración.
¿Y cómo son las piezas que se pueden aprender “by rote”?
Las piezas escritas para ser enseñadas “by rote” están basadas en patrones de teclas y notas musicales fáciles de recordar sin conocimientos de teoría.
Esto es un ejemplo de una pieza que puede ser enseñada “by rote” basada en patrones de teclas blancas y negras:
Y esto es un ejemplo extremo de una pieza para principiantes que no se puede entender sin conocimientos de teoría, debido a la variedad de los movimientos de sus voces, y que por tanto se aprende a tocar leyendo:
Enseñar piano “by rote”
Los tres pilares fundamentales de la enseñanza del piano son: la lectura, la técnica y el desarrollo artístico y musical. ¿Cuáles son las aportaciones que este tipo de enseñanza “by rote” ofrece en relación a cada uno de estos pilares?
Las nociones musicales y artísticas se enseñan mejor por imitación directa que aprendiéndolas a través de una partitura. Esto es debido a que la música es un arte de expresión sonora, y por tanto transciende la notación.
Enseñar desde la imitación también facilita la transmisión y asimilación de la técnica. Los gestos, el buen alineamiento, el equilibrio del brazo, la buena orientación en el teclado, etc. se aprenden mejor cuando la lectura de la partitura no es una distracción de por medio.
Ya hemos visto que las piezas que pueden ser enseñadas “by rote” tienen sonoridades interesantes y complejas. Por ello ofrecen muchas posibilidades técnicas y musicales de explorar el instrumento desde sus primeros contactos aportando una educación muy completa.
Pero además, son piezas relativamente fáciles de transportar a otras tonalidades, lo cual abre una importante vía de exploración. En este video un alumno toca una misma pieza en 5 tonalidades diferentes:
El alumno puede incluso usar los patrones aprendidos para improvisar o para componer piezas propias. En este video una alumna ha compuesto una pieza propia basada en patrones de quintas, pentacordios y acordes:
Sobre la lectura
Las piezas que se enseñan “by rote” están escritas de manera que resultan más sencillas de tocar que de leer para el estudiante que las aprende. No se leen nota a nota, sino reconociendo patrones de notas en la partitura. Este modo de proceder desemboca de manera muy natural en el método interválico de lectura (de lo que hablaré en otro artículo) que ha revolucionado la enseñanza de la lectura musical desde su aparición.
Por tanto la enseñanza “by rote” debe ser complementada al mismo tiempo con una buena adquisición de habilidades de lectura musical, preferiblemente siguiendo un método de lectura interválico.
Así pues, en la enseñanza “by rote”, tocar el piano y leer una partitura son dos habilidades totalmente distintas que finalmente se encuentran.
Si el profesor no está convencido de hacer un cambio tan grande en su manera de enseñar y desea seguir usando métodos con piezas tradicionales en sus clases, resulta muy enriquecedor complementarlo con métodos de enseñanza “by rote” o piezas sueltas.
Enseñar “by rote” de manera incorrecta
Un profesor que utilice esta forma de enseñar “by rote” sin conocer toda esta información aquí mostrada puede no estar haciéndolo correctamente o de la mejor manera para el alumno.
Posiblemente la mayoría de profesores hemos tenido la experiencia de trabajar con un alumno que, viniendo de otro profesor, mostraba muy pocas habilidades en lectura y supimos que había sido enseñado de este modo (aprendiendo por imitación y sin leer).
Entonces surge la pregunta ¿es la mala lectura un resultado directo de enseñar “by rote”?
No, no lo es. La mala lectura es el resultado de una mala gestión de la enseñanza donde la habilidad de lectura no ha sido bien enfocada.
No debemos asumir que solo hay dos maneras diferentes de enseñar: enseñar solo con partitura o solo “by rote”. Toda enseñanza “by rote” se debe combinar con un método de lectura de notas adecuado al alumno.
La enseñanza “by rote” no es apropiada para estudiantes avanzados, para los que es más fácil simplemente leer la partitura. Está orientada a los alumnos principiantes en sus dos o tres primeros años de aprendizaje de piano.
Como ya he dicho, no se puede usar cualquier pieza. Intentar enseñar “by rote” una pieza que no está escrita usando patrones musicales puede ser una tarea muy difícil y frustrante para el alumno y el profesor.
La enseñanza “by rote” tampoco es aprender una partitura sin entenderla, tan solo memorizando los patrones y posiciones.
Por ejemplo, en este video se muestran dos piezas para enseñar en una fiesta, en 5 minutos, a cualquier persona sin conocimientos de música:
En ese contexto no hay ninguna pretensión de lograr un aprendizaje significativo, sino tan solo pasar un rato de diversión.
Pero si estas mismas piezas se utilizan en una clase de piano, lo ideal es llevar a cabo un trabajo de exploración y comprensión de sus diferentes elementos al tiempo que se aprenden.
Los beneficios
Cuando la enseñanza “by rote” se emplea en la fase correcta del aprendizaje del alumno y con un propósito claro, es muy enriquecedora y aporta muchos beneficios.
Eso son 10 importantes beneficios de la enseñanza “by rote”:
- Aumenta la motivación: los alumnos tocan piezas interesantes desde el primer día sin tener que esperar a adquirir otros conocimientos.
- Mejora la concentración: las piezas que se enseñan “by rote” suelen ser piezas más largas que las piezas tradicionales. El alumno desarrolla la concentración al tocar manteniendo el ritmo y la atención puesta en la música de principio a fin.
- Se gana en confianza: se construye un amplio repertorio desde el primer día que queda bien memorizado. El alumno se siente más preparado para tocar si se lo piden.
- Hay un mayor conocimiento del teclado: al tocar muchas piezas con teclas negras o combinaciones de teclas blancas y negras los alumnos están muy familiarizados con el relieve del teclado.
- Mejora el reconocimiento de patrones: los alumnos aprenden a reconocer patrones y dibujos de notas e intervalos, además de la estructura de la pieza. Muy útil también para la memorización.
- Mejora el sentido del ritmo: los alumnos que no tienen que leer la partitura para tocar se pueden concentrar mejor en el ritmo. Tienen más disponibilidad para sentir el pulso a lo largo de la pieza.
- Mejora la técnica: cuando introducimos un nuevo concepto de la técnica, al alumno le resulta más fácil concentrarse en sus gestos y en los movimientos de sus dedos, manos, etc. cuando leer la partitura no es una distracción.
- Mejora la lectura: en un principio puede resultar paradójico que el aprendizaje “by rote” pueda ayudar a los alumnos a leer mejor pero así es. Cuando el alumno está habituado a tocar diferentes patrones, giros melódicos, acompañamientos, etc. a la hora de leer una nueva partitura ya tiene la técnica y los patrones en sus manos, de modo que no tiene que pensar en todo a la vez y puede concentrarse en leer.
- Desarrolla el hacer artístico: los alumnos aprenden a pensar en frases, en el lenguaje de la música, y a dar sentido a lo que tocan.
- Desarrolla la creatividad: la motivación para explorar la música está muy ligado a la enseñanza ‘by rote”. Los alumnos tienen a su disposición una variedad de patrones para crear música por sí mismos. Suelen llegar a clase diciendo haber encontrado nuevas maneras de tocar sus piezas. Pasado un tiempo se ve una explosión de creatividad, ya que esos patrones les permiten hacer música más compleja y bella. Aquellos que aprenden leyendo la partitura raramente componen o improvisan. No sienten que este tipo de experimentación sea una posibilidad.
Hoy me he centrado en explicar las características más importantes de la enseñanza “by rote” y sus beneficios.
En próximos artículos hablaré sobre cómo encontrar piezas que puedan ser enseñadas “by rote” y sobre los libros y métodos para piano que siguen este enfoque.
Referencias:
Knerr J., Fisher K. (2017). “Rote is not a four-letter word: The role of rote teaching in the development of reading, technique and artistry”. The Curious Piano Teachers’ webinar. 2/05/2017.
Felicidades. Muy buen artículo. Claro y fundamentado. Como egresado de conservatorio doy fe de lo conflictivo que se torna aprender exclusivamente leyendo, en el sentido de que se suele descuidar la música, la estructura, la técnica, la capacidad de audición, la improvisación, la flexibilidad ante los imprevistos, y muchos etcéteras. Si bien la partitura permite conocer repertorio y traducirlo al instrumento, no puede pasarse por alto aquello que la generó, que es la mismísima música, la expresión de algo espontáneo, intangible y abstracto en forma de sonidos. Ojalá todos los enseñantes y alumnos se den cuenta pronto de esto y la música sea realmente algo placentero y trascendente. Gracias!